Los Sabios y los profetas anhelaron la Era Mesiánica; no para gobernar sobre el mundo entero, ni para subyugar a las naciones, ni para ser enaltecidos por ellas, ni para comer, beber y celebrar. Sino, para estar libres dedicándose a la Torá y su sabiduría, sin nadie
que los oprima o perturbe, y merecer la vida del Mundo Venidero, como explicamos en las leyes de Teshubá(Retorno a Di-s).
que los oprima o perturbe, y merecer la vida del Mundo Venidero, como explicamos en las leyes de Teshubá(Retorno a Di-s).