representa la fusión de elementos diversos en un entero armonioso. La unidad de ejad no es socavada por la pluralidad; de hecho, emplea la pluralidad como ingredientes de unidad. Como lo expresara un pensador jasídico, Di-s no precisaba crear un mundo para ser iajid. El era singular y exclusivamente uno antes de que fuera creado, y perdura así después. Fue para expresar Su calidad de ejad que creó al mundo, al hombre, le otorgó libre albedrío y le ordenó la Torá. Creó existencias que, al menos en su propia percepción, son distintas de El, y les dio las herramientas para orientar sus vidas a la máxima armonía con Su voluntad. Cuando un mundo plural y diverso escoge, por propia iniciativa, unirse a El, la unidad Divina asume una expresión nueva y más profunda: Di-s es ejad. Moshé más ejad es igual a Mashíaj. Moshé reveló la sabiduría y voluntad Divina al hombre. Pero ésta era una revelación, una explosión de luz desde Arriba. No era algo que el mundo entendió o aceptó, sino algo impuesto a él por fuerza de una verdad superior. Era una exhibición del Divino iajid, de la exclusiva y todo-anulante realidad de Di-s. Moshé quiso que Di-s enviara al Mashíaj para sacar al pueblo judío de Egipto, que el Exodo condujera al inculcado del Divino ejad en el mundo. Pero una unidad de ejad, por definición, debe venir de abajo, cuando un mundo diverso escoge, por propia iniciativa, fusionarse en una entero integral. Moshé podía proveer la llave, la fórmula, pero el proceso debía desplegarse en el curso de los treinta y tres siglos en los que el mundo absorbió la verdad Divina e implementó la voluntad Divina. En las palabras de Rabí Shneur Zalman de Liadí: "La era del Mashíaj... es el objetivo esencial y la plenitud de la creación de este mundo; es con este propósito que originalmente fue creado... En el futuro mundo del Mashíaj, la luz de Di-s se revelará sin ninguna vestimenta oscurecedora, como está escrito: 'Ya no se ocultará más tu Maestro con la esquina de un manto; tus ojos verán a tu Maestro'... Algo de esta especie ha sido experimentado ya con anterioridad en el momento de la entrega de la Torá, como está escrito: 'Tú Te has revelado, para que supiéramos que Di-s es el Señor; no hay nada más aparte de El'... Pero por eso en la entrega de la Torá fueron anulados de la existencia, como dijeron nuestros Sabios: 'A cada pronunciamiento Divino sus almas los abandonaban en vuelo.... Sin embargo, en el fin de los días el cuerpo y el mundo serán refinados, y podrán recibir la revelación de la luz Divina... por medio de la Torá".
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