El burro del Mashíaj es la bestia material alistada, lo físico encaminado a fines superiores y más excelsos. Pero la misión de la humanidad de elevar lo material implica un proceso largo y de involucración, un esfuerzo histórico en el que cada generación construye sobre los logros de sus predecesores. Pues lo físico y lo espiritual están a mundos de distancia; de hecho, la naturaleza misma de la Creación de Di-s es tal que un extenso golfo divide a ambos, convirtiéndolos en antagonistas naturales. Por naturaleza, casi por definición, la persona dedicada a procuras espirituales evade lo material, mientras que la vida material hace más burda al alma de la persona y embota su sensibilidad espiritual. Sólo cuando "Di-s descendió sobre el Monte Sinaí el muro entre espíritu y materia se quebró. La realidad Divina se reveló dentro de la realidad terrenal; la Torá fue dada al hombre, permitiéndole santificar lo mundano, expresar la verdad de Di-s que hay dentro, y por medio de, el mundo material.
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