Hoy es el día quince del mes, el día en que la luna está llena, es decir, el día en que todos los aspectos del mes brillan de manera perfecta. El nombre hebreo del mes de Iar es Ziv, que significa "resplandor". Así, el brillo completo de este mes refleja una revelación perfecta.
Esta revelación perfecta, a su vez, impregna a todos los aspectos del mes, incluso a los asuntos mundanos asociados con él. Y así, al describir algo que ocurrió en este mes, diremos que tuvo lugar en el mes de Ziv, un mes de revelación.
Esta revelación permitirá que cada judío cumpla el propósito de su Creación, el servicio a Di-s, como está escrito: “Fui creado para servir a Mi Creador”, y esto cumplirá el propósito de la Creación del mundo en general. Además, esto se cumplirá de una manera reflejada por las declaraciones del Zohar: “Y los sabios brillarán como el resplandor de los cielos”.
Este último está asociado con la Redención verdadera y completa a través de nuestro justo Mashíaj, porque se produce "el resplandor de los cielos" en todos tiempos y en todos los espacios y merecemos la construcción del Beit HaMikdash como dice el versículo "En el mes de Ziv...y construyó una casa para Di-s". Es el "Ziv" la expansión de los manantiales de Pnimiut HaTorá (el interior de la Torá) lo que conducirá a la Redención.
El brillo completo del mes de Iar afecta a todo el mes, y con seguridad que tuvo un efecto sobre el día de ayer, el día 14 de Iar, Pesaj Sheni (el Segundo Pesaj). La observancia de Pesaj Sheni tiene sus raíces en el grito sincero de varios judíos que vieron a todo el pueblo judío preparándose para la ofrenda de Pesaj y protestaron: "¿Por qué seremos disminuidos y no podremos dar la ofrenda?" Aunque había una razón genuina para que se les impidiera ofrecer la ofrenda de Pesaj (eran ritualmente impuros), su sincero clamor provocó la institución de Pesaj Sheni y la lección que enseña que “No hay situación perdida”, siempre es posible reparar, como se enfatiza en la corrección y completado del primer Pesaj por medio de Pesaj Sheni.
Y por cuanto que Pesaj se relaciona con la Redención verdadera y completa, como está escrito "Como en los días de tu salida de Egipto Les mostraré maravillas", se entiende que la fundamental reparación y completado del primer Pesaj en Pesaj Sheni es con respecto a la Redención verdadera y completa.
Con esto se enfatiza la relación de la Redención con el "Ziv" cuya temática es luz y revelación, pues la Redención que tendría que haber sido en el primer Pesaj, viene en la práctica de una forma de luz y revelación ("Ziv") en Pesaj Sheni. En mayor profundidad vemos, que la luz y la revelación ("Ziv") no es solo con respecto a la revelación de la Redención, sino también con respecto a la revelación del verdadero concepto del exilio (por medio de la Redención), pues no solo que la carencia del exilio se corrige y se completa, sino que se revela que toda su razón de ser no es sino, para que a través de esto lleguen a la máxima elevación de la Redención.
Esta narración proporciona una lección para nosotros en la actualidad. Aunque todo el pueblo judío está en la delicada situación del exilio, tenemos derecho a gritar: "¿Por qué seremos disminuidos?"
Hay más énfasis en lo anterior en el presente año, el año de la Redención final, el año en que “Les mostraré maravillas”, y particularmente en este momento, cuando estamos en medio de una secuencia de tres días de días especiales. El día trece de Iar fue Shabat, y también como se explicó el iortzait (aniversario) del Rabino Israel Arie Leib (hermano del Rebe de Lubavitch). El catorce de Iar es Pesaj Sheni, y el quince, el día en que la luna brilla en su plenitud.
Esta secuencia de tres días se relaciona con los tres Beit HaMikdash (Gran Templo de Jerusalem) y enseña cómo el principio "No hay situación perdida" se puede aplicar en este contexto, enseñando que tenemos derecho a exigir la revelación de cómo "No hay situación perdida" con respecto al Beit HaMikdash.
Evidentemente, esta demanda se aplica con respecto a los dos primeros Beit HaMikdash que fueron destruidos. En un sentido más amplio, también se aplica al Tercer Beit HaMikdash, que aunque aún no ha descendido de los cielos, sin embargo, posee una dimensión que se relaciona con la historia pasada.
Explicación: En la canción cantada por los judíos después de la división del Iam Suf (mar Rojo), mencionan “el Santuario del Eterno establecido por Tus manos” que se refiere al Beit HaMikdash que se construirá en la Era de la Redención. Así, un anticipo de esta época ya se vivió en la apertura del mar.
En ese momento, hubo grandes revelaciones de Divinidad que reflejan en un microcosmos las revelaciones que se experimentarán en la Era de la Redención cuando “Tus ojos contemplarán a tu Maestro”. Así nuestros sabios declararon que “En el mar [Rojo], una sierva vio lo que los profetas no vieron”. El término sierva se refiere a una sierva cananea, es decir, el nivel más bajo dentro del pueblo judío, y sin embargo, tal persona fue testigo de revelaciones que fueron mayores que las apreciadas por los profetas.
Aunque Di-s estableció una condición con el mar para que se dividiera al comienzo de su creación, fue el mesirut nefesh (sacrificio) de Najshon ben Aminadav lo que causó que el mar se dividiera y provocó la gran revelación de la Divinidad mencionada anteriormente. Las revelaciones en la Era de la Redención están asociadas con la división de un cuerpo de agua, la división del río. Y esta revelación también tiene su fuente en las acciones de Najshon, el mesirut nefesh de un Nasi (líder) del pueblo judío, quien condujo tras él, a todo el pueblo hacia el mar.
Por lo tanto, dado que hay una dimensión del Tercer Beit HaMikdash asociada con la historia pasada, nuestra demanda "¿Por qué seremos disminuidos y no podremos dar la ofrenda?" también es aplicable al Tercer Beit HaMikdash. Además, nuestra demanda puede presentarse con mucha más fuerza que la demanda presentada a Moisés. A esos individuos se les estaba negando la oportunidad de efectuar una sola ofrenda ¡y a nosotros se nos está negando la oportunidad de realizar todas las ofrendas!
Ciertamente, a pesar de que han sido casi 2000 años en los que estamos en el exilio, y no hemos realizado ofrendas, “No hay situación perdida”. Di-s seguramente les dará a los judíos la oportunidad de compensar esto. Esto no significa solo que “las palabras de nuestros labios tomarán el lugar de las vacas”, sino que los judíos mismos serán considerados como una ofrenda.
La intención detrás de todas las ofrendas es que la persona que trae la ofrenda haga un compromiso de mesirut nefesh con Di-s. Qué mayor mesirut nefesh podría haber para un judío que permanecer en el exilio y no levantar un clamor que perturbaría todo el orden espiritual de los mundos, ¡protestando cómo el pueblo judío, cada uno de los cuales es considerado como el único hijo de Di-s, podría permanecer en el exilio durante 2000 años! Esto se aplica incluso en el tiempo actual cuando vivimos en un país generoso que ofrece apoyo al pueblo judío y les permite estudiar la Torá y observar sus Mitzvot con prosperidad.
Con seguridad, que Di-s compensará esto al pueblo judío en la Redención Futura, cuya llegada será acelerada por nuestras participaciones de tzedaká (caridad) que, como todas las Mitzvot, establecen un vínculo de unidad con Di-s. De manera similar, la llegada de la Redención se acelerará mediante la distribución de un cuadernillo de enseñanzas jasídicas sobre la Redención. Esto, “la expansión de los manantiales (del Jasidismo)”, conducirá a la venida del Mashíaj.
Lo anterior también se verá reforzado por la influencia del Rabino Israel Arie Leib. El nombre Israel es un acrónimo de las palabras hebreas “Hay 600.000 letras en la Torá”. Del mismo modo, Arie (león) refleja la fiereza de un león que todo judío debería poseer. Como se mencionó en Shabat, el nombre Leib (ליב) también se parece a la palabra Leb (לב) que significa “corazón” y, por lo tanto, refleja el deseo sincero de todo judío de cumplir la voluntad de Di-s. Este es el único deseo verdadero de un judío.
Lo anterior también se relaciona con la semana del Omer que estamos contando, la semana que se relaciona con el atributo de Hod ("esplendor") que está asociado con el iortzait de Rabí Shimon bar Iojai en Lag BaOmer (Hod ShebeHod, esplendor en esplendor). Rabí Shimon fusionó las enseñanzas de Niglé (la dimensión revelada de la ley de la Torá) con Pnimiut HaTorá (las dimensión interior de la Torá).
Que seamos testigos de la llegada de la Redención incluso antes de Lag BaOmer y así podamos celebrar Lag BaOmer en nuestra Tierra Santa. El pueblo judío ya ha resuelto clamar "¡Ad Matai!" (¡Hasta cuando!) que ya hemos pasado suficiente tiempo en el exilio. “Todos los tiempos señalados para la llegada del Mashíaj han pasado”. “¿Por qué seremos disminuidos y no podremos dar la ofrenda?”. Nosotros somos la última generación del exilio y la primera generación de la Redención, procederemos a la verdadera y última Redención en su sentido más literal, "He aquí, que éste (el rey Mashíaj) viene y ya vino, de una forma de canto y alegría, ahora, Mamash, Mamash, Mamash. (Mamash significa realmente y también se relaciona con mishush, algo palpable).
(Luego de la plegaria de Minjá, el Rebe le otorgó a cada uno de los presentes un billete de un dólar. También por primera vez en un día de semana se cantó proclamo Ieji adonenu morenu verabeinu melej hamashiaj leolam vaed. Luego de la plegaria de Arvit, repartió el fascículo "Dvar Maljut", Jidushim u Biurim BeHiljot Melajim (cap. 11-12) y un billete de un dólar)
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