"O dejas de viajar, o te obligo a darle el divorcio a mi hija", exigió con total firmeza...
En esta situación, ante la firme presión, el joven no tuvo elección y sucumbió ante la exigencia de su suegro y estrechó su mano asegurando que no volvería a viajar. Pasaron unos pocos meses y la nostalgia del joven jasid por su Rebe crecía y lo extrañaba sin cesar, hasta que una noche no aguantó más, abandonó su casa y viajó a Mezritch a ver a su Rebe, a pesar de la promesa explícita que le había hecho a su suegro. Cuando regresó a casa, lo demandó su suegro en un Beit Din (Tribunal judío) porque violó su parte del acuerdo y debía divorciar a su hija. Sin elección, el joven debió divorciar a su joven esposa y se fue de la casa. Solo, carente de todo, comenzó el joven jasid a deambular de un lugar a otro, hambriento y muy sufrido, con mucha dificultad conseguía comer algo y pasado un tiempo se enfermó y falleció".
Cuando venga el Mashíaj siguió contando el sagrado Rebe, Rabí Israel de Ruzhin, demandará el joven jasid a su ex-suegro y a los rabinos del Tribunal en un nuevo juicio y dirá: "Por ustedes fallecí prematuramente, antes de completar mis días..", luego contestará el ex-suegro: "Yo solo me apoyé en la sentencia del tribunal", a lo que los rabinos del tribunal dirán: "Para nuestro dictamen, nos apoyamos en una ley explícita en el Shuljan Aruj (Código de leyes de la Torá)..". Entonces el Mashíaj abrazará a este joven jasid y dirá: "Tu ex-suegro tiene razón pues se apoya en la resolución del tribunal, los rabinos tienen razón pues se apoyan en lo que dice el "Shuljan Aruj".
Pero yo que tengo que ver con ellos, yo no vine sino para los que no tienen razón. (Tiferet Israel)
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