"Los planos inferiores pueden ascender a los superiores y los superiores pueden descender a los inferiores. Y Yo Mismo, comenzaré", como está escrito: "Y Di-s descendió sobre el Monte Sinaí"y luego dice: "Y a Moshé El dijo: Asciende a Di-s". La importancia primaria de Sinaí no radica en lo que ocurrió y fue experimentado en ese momento, sino en que Sinaí fue un comienzo, un precedente y la concesión de fuerzas para lo que habría de seguir. Antes de Sinaí, un cisma insuperable separaba al cielo de la tierra; lo espiritual y lo físico eran dos mundos herméticos y no era posible integración alguna entre ellos. La única relación posible entre el hombre y Di-s era dentro del plano del espíritu; nuestra existencia física no podía servir como vehículo de conexión con Di-s. La "entrega" de la Torá por parte de Di-s al hombre significó que El infundió a sus directivas (actos físicos tales como dar tzedaka o ponerse tefilín) la capacidad de tocar lo Divino. Con Su "descenso sobre el Monte Sinaí", Di-s abrió un canal por medio del cual el hombre físico puede "ascender a Di-s". Y esto es lo que desencadenó el proceso para construir una morada para el Creador en la inferioridad de este mundo terrenal y en nuestras vidas.
