El 14 de Iar es Pesaj Sheni, el segundo Pesaj. Sinónimo dentro del jasidismo de una de las ideas mas importantes: Nunca es tarde, no hay estado irreparable. Y así dice el Rebe anterior de Lubavitch: “Pesaj Shení nos enseña que nunca hay situación perdida, siempre se puede corregir”. De esta forma explica el versículo: “Un hombre cuando esté impuro o en un camino lejano de ustedes” – “aún quien está ‘impuro’ o ‘en un camino lejano’, y aún si la cosa fue ‘de ustedes’ – el alejamiento fue hecho con conciencia y voluntad – también entonces tiene la posibilidad de corregir”. Él también agregó, que la enseñanza de Pesaj Shení es que si queremos cambiar, desde el cielo recibimos fuerzas superiores para lograrlo. A veces la segunda posibilidad es preferible a la primera. La corrección de Pesaj Shení no está limitada por el tiempo. Mientras que el primer Pesaj dura siete días, Pesaj Shení es un solo día, pues el retorno (Teshuba) es en un solo momento e instante. Pesaj Shení también nos enseña la fuerza que posee la auténtica demanda que emana del judío. Como es sabido, la mitzva de Pesaj Shení fue entregada al pueblo de Israel luego de haber personas que no pudieron realizar la ofrenda de Pesaj y llegaron con la demanda “¡Por qué seremos disminuidos!”.Pesaj Shení nos enseña, que existen cosas que Di-s entrega por sí mismo y la función de los judíos es aceptarlas, cumplirlas y hay cosas que llegan solo por medio nuestra demanda y exigencia. El segundo Pesaj no vino sino por medio de la demanda y exigencia de los hijos de Israel, quienes gritaron “¡Por qué seremos disminuidos!” y por medio de la fuerza de su demanda tuvieron una nueva chance. Dice sobre esto el Rebe de Lubavitch: “De aquí aprendemos una enseñanza maravillosa, cuando el judío nota que le falta algo de temor al cielo, de Torá y de sus preceptos, no se apoya en nadie, no en Moshé Rabenu, ni aún en Di-s !! y no dice ‘no tenemos en quien apoyarnos sino en nuestro Padre Celestial’, sino que grita y demanda: “¡Por qué seremos disminuidos!”. “No solo que este pedido y demanda no es opuesto a la Torá, Di-s no lo permita, sino por el contrario la Torá ordena comportarse así, pues los Anshei Kneset HaGuedolá (los hombres de la magna asamblea), quienes establecieron, que cuando un judío pide sus necesidades al Santo Bendito Sea en el momento de la plegaria silenciosa (Amidá) – diga en sus oraciones ¡‘Haz que el vástago de David , tu servidor, florezca rápidamente... pues a Tu salvación ansiamos todo el día’, ‘y que nuestros ojos vean tu retorno a Tzión’!”.“Y no se conforma con pedir y exigir esto en una de las plegarias – sino repite este pedido y demanda en cada plegaria y plegaria, varias veces durante cada día!... Los hijos de Israel piden y gritan junto con el rey David, David el rey Mashíaj – ‘¡Hasta cuándo!’ y encontramos que por medio de que los judíos piden y gritan por la redención provocan su aparición inmediata”.
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