El Profeta Elías refinó la materialidad de su cuerpo de tal manera, que cuando tuvo que abandonar el mundo físico lo hizo ascendiendo con su cuerpo al cielo. Esta es la relación de Elías con el anuncio de la Redención:
Con la llegada del Mashíaj, también la carne física de cada ser se verá refinada, como está escrito: "Y verá toda carne que la boca de Di-s habló" (Isaías 40:5).