El deseo. Este es el punto en que debe ser activada una nueva fase en el judaísmo, el deseo de traer al Mashíaj. Cuando una persona estudia acerca de la redención e internaliza su estudio, siente y vislumbra la redención desde lejos, despertando en él un fuerte deseo y anhelo de vivirla realmente. Uno de los planteos expresados más vigorosamente por el Rebe de Lubavitch en su discurso del 28 de Nisan de 5751 (abril del 1991), cuando urgió a cada uno de sus jasidim a
hacer lo más que puedan para traer el Mashíaj, fue que a pesar de que la gente proclamó en alta voz "ad mosai", "hasta cuando" [estaremos en el exilio] y rezó por la redención, lo hicieron sin una identificación personal con los profundos dolores causados por el hecho de que el Mashíaj todavía no esté aquí. Si cada uno gritara porque verdaderamente deseara al Mashíaj, el Rebe continuó, sus plegarias hubieran afectado la realidad y ya hubiera llegado hace mucho tiempo.Para desear algo realmente, sin embargo, uno debe tener por lo menos un entendimiento general del objeto deseado. Si una persona no conoce de qué se trata la redención no puede tener un verdadero deseo de hacer que suceda y no puede rezar sinceramente por su llegada efectiva.Cuando estudiamos acerca de la redención despertamos un deseo real por el Mashíaj y un compromiso interior de traerlo sin demora.Este deseo ocasiona que sintamos que somos personalmente responsables de hacer lo máximo posible para traerlo y no esperar que el proceso ocurra "cuando sea", como es el caso de la persona que ha activado su fe por si mismo.La persona se vuelve un "soldado" preparado y deseoso de actuar ante el llamado del Rebe de "hacer todo lo que puedan para traer al Mashíaj inmediatamente y sin demora".Cuando nos identificamos totalmente con el deseo del Rebe de traer la redención, ya no necesitamos ser motivados por el llamado a la acción del Rebe, sino que su llamado se vuelve nuestra directiva personal, brindándonos una fuerza real para actuar sobre nuestra voluntad y hacer el máximo esfuerzo para alcanzar el objetivo.Traducción de fragmentos del libro en hebreo del rabino Cabalista Itzjak Ginsburgh: Beitá Ajishena www.dimensiones.org
hacer lo más que puedan para traer el Mashíaj, fue que a pesar de que la gente proclamó en alta voz "ad mosai", "hasta cuando" [estaremos en el exilio] y rezó por la redención, lo hicieron sin una identificación personal con los profundos dolores causados por el hecho de que el Mashíaj todavía no esté aquí. Si cada uno gritara porque verdaderamente deseara al Mashíaj, el Rebe continuó, sus plegarias hubieran afectado la realidad y ya hubiera llegado hace mucho tiempo.Para desear algo realmente, sin embargo, uno debe tener por lo menos un entendimiento general del objeto deseado. Si una persona no conoce de qué se trata la redención no puede tener un verdadero deseo de hacer que suceda y no puede rezar sinceramente por su llegada efectiva.Cuando estudiamos acerca de la redención despertamos un deseo real por el Mashíaj y un compromiso interior de traerlo sin demora.Este deseo ocasiona que sintamos que somos personalmente responsables de hacer lo máximo posible para traerlo y no esperar que el proceso ocurra "cuando sea", como es el caso de la persona que ha activado su fe por si mismo.La persona se vuelve un "soldado" preparado y deseoso de actuar ante el llamado del Rebe de "hacer todo lo que puedan para traer al Mashíaj inmediatamente y sin demora".Cuando nos identificamos totalmente con el deseo del Rebe de traer la redención, ya no necesitamos ser motivados por el llamado a la acción del Rebe, sino que su llamado se vuelve nuestra directiva personal, brindándonos una fuerza real para actuar sobre nuestra voluntad y hacer el máximo esfuerzo para alcanzar el objetivo.Traducción de fragmentos del libro en hebreo del rabino Cabalista Itzjak Ginsburgh: Beitá Ajishena www.dimensiones.org
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